lunes, 13 de junio de 2011

El árbol de problemas


Para que en un programa “se siga una lógica”, es necesaria una fuerte relación entre el problema y los objetivos. Esta estructura específica es a lo que llamamos el Marco Lógico, de donde emerge el programa.



Dentro de este Marco Lógico encontramos una herramienta de vital importancia: el árbol de problemas o necesidades. Si partimos de un problema detectado, debemos investigar sobre sus causas y sus efectos. El árbol de problemas viene a determinar que esas causas deben ser los objetivos específicos del programa, los efectos su justificación y el mismo problema, el objetivo general del mismo.

Pero, ¿qué resultados queremos obtener? Hay que definir los resultados esperados, estando directamente relacionados con nuestros objetivos, es decir, que vamos a ir definiéndolos respecto a cada objetivo marcado. Es importante que, aunque nos marquemos unos objetivos, nos marquemos también unos resultados, para ser realistas. En la memoria, incluiremos los resultados obtenidos.

Debemos aclarar que cada resultado esperado requiere un indicador: estos pueden ser cuantitativos (en forma de números, porcentajes, etc.) o cualitativos (en forma de pregunta).

Además, al finalizar nuestro programa aportaremos las conclusiones del mismo, así como unas recomendaciones en relación a este.

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